Hace un tiempo, les habíamos contado acerca del proyecto de historia que están llevando a cabo nuestros estudiantes de Abitur (Bachillerato Alemán, 12° año). Se trata justamente de conocer cómo la escuela refleja las situaciones de la sociedad y de la época en la que está inmersa.
La historia de Alemania durante el último siglo ha sido muy compleja, ha pasado por una serie de drásticos cambios, que por supuesto influyeron en las personas de diferente manera, según la zona del país donde vivieron.
Como resultado de la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en cuatro partes que estuvieron bajo el control de los cuatro países aliados que resultaron ganadores del conflicto. Toda la zona este de Alemania cayó bajo el dominio soviético, lo que supuso por supuesto que su sistema de gobierno y de educación tuviera un trasfondo comunista. Gracias a la organización de la profesora Nadja Braun, los estudiantes del 12°B pudieron conocer la vida de los escolares en la antigua República Democrática Alemana (RDA), no solo a través de libros y videos, sino hablando con personas que hicieron su vida escolar en ese país, cuya existencia política finalizó en 1989, cuando cayó el Muro de Berlín.
Dos historiadoras de la Universidad de Leipzig, la Dra. Michaela Rücker y la Dra. Roxana Kath, participaron en la clase de historia de la Dra. Nadja Braun con los alumnos del 12°B para compartir sus recuerdos. Una sorpresa para los alumnos fue la participación de un tercer testigo contemporáneo muy conocido por ellos: la Sra. Sandra Lerche, profesora de matemáticas, física e informática en el Colegio Humboldt, quien creció en la RDA y también accedió a responder preguntas.
La profesora Braun nos cuenta acerca de la experiencia: "Como las testigos contemporáneas eran demasiado jóvenes cuando cayó el Muro, ellas nunca hicieron el intento de escapar. Sin embargo, los alumnos hicieron preguntas y ellas respondieron y contaron sobre las experiencias de su entorno. Por ejemplo, una familia había logrado un espectacular escape a Holanda a través de Polonia en un transportador de queso. Cuando eran niños, también sabían del riesgo asociado con la fuga; los guardias fronterizos de la RDA también le disparaban a los niños. Cuando el Muro cayó en 1989, nuestros testigos contemporáneos pensaron que los eventos "no eran reales" y estaban seguros: "Esto pronto se revertirá". En la escuela se les había enseñado que la RDA y la República Federal eran incompatibles, por lo que nadie creía en la reunificación.
Cuando la unidad alemana se hizo realidad, los jóvenes se enfrentaron a la nueva situación mucho mejor que sus padres, algunos de los cuales perdieron sus empleos y tuvieron dificultades para hacer frente al sistema de la República Federal. Para los niños, en cambio, todo era nuevo y emocionante, pero también aterrador cuando veían cómo cada vez más gente de Occidente se iba y las ciudades de Oriente quedaban desiertas."
A pesar de estas dificultades, las tres invitadas resaltaron que rescatan los valores que desarrollaron durante sus años de escuela. Incluso en las clases de la escuela primaria se desarrolló un sentimiento de unión que, en su opinión, rara vez se siente hoy en día. Los alumnos se apoyaban mutuamente, olvidaban las necesidades individuales en beneficio de la comunidad y aprendieron a asumir la responsabilidad social.