Las migraciones han sido, desde siempre, situaciones de gran sacrificio por las que han tenido que pasar diferentes pueblos y culturas. Dejar todo atrás, muchas veces porque la vida está en peligro, y aventurarse hacia sitios desconocidos, hacia un futuro incierto, conlleva una serie de retos que no imaginamos.
En la frontera Sur de nuestro país se ha desarrollado una situación muy delicada con la población de migrantes haitianos. Por esta razón, la Pastoral Migrante tuvo la iniciativa de organizar una donación especial para las familias ubicadas en el Centro de Atención de Migrantes. La propuesta resonó inmediatamente entre varias instituciones, que distribuyeron volantes solicitando ropa para bebé, pañales y artículos de higiene variados.
La Iglesia Evangélica Luterana en Costa Rica se unió a la iniciativa, y entre la pastora y profesora del Colegio Humboldt, Sonja Straub, e Ingrid Brenner, maestra del Kindergarten Humboldt, junto con otros colaboradores de la Iglesia, organizaron con los padres y madres la donación de kits de ropa infantil y zapatos. "La solidaridad es uno de los valores fundamentales que reforzamos entre nuestros estudiantes. Colaborar con personas que están pasando por momentos difíciles es uno de los rasgos que caracterizan a la Comunidad Humboldt." - comentó Renée Priess, encargada de relaciones públicas del Colegio.
La colaboración de la Iglesia Luterana ha ido más allá: ahora con la pandemia y las fronteras cerradas, a los migrantes se les ha hecho mucho más difícil su situación, porque su objetivo no es estar en el país, sino seguir su tránsito hacia los Estados Unidos. Con las fronteras cerradas, se les ha complicado conseguir un documento de tránsito. Gracias a organizaciones solidarias como el Centro de Derechos Laborales (CDL) y la Iglesia Luterana se hace ver la realidad de estas poblaciones, especialmente por las condiciones tan deplorables en que viven y denunciándolas, pero también exigiendo mejores condiciones.
"Nuestro énfasis es el trabajo con migración laboral."- dice Fidelina Mena, representante por el CDL. "Se logró negociar que el gobierno les otorgue los documentos necesarios y que los trasladen al norte, bajo la supervisión del CDL y así que tengan la garantía y no los devuelvan al sur. También hemos llegado a un acuerdo más amplio, una vez que reciban el documento y quieren salir del centro de atención, porque conseguir un trabajo, y pueden salir con sus familias, para que no estén hacinados.”
Nos alegra mucho poder colaborar con estas iniciativas humanitarias, y agradecemos a las personas y organizaciones que nos invitan a participar.
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